Si escuchas la palabra mousse, lo siguiente es pensar en el típico mousse de chocolate francés; de igual modo les ocurre a tus clientes. Por ello, has de pensar en tipos de mousse para la carta de postres de tu restaurante que les sorprendan. No obstante, todo ello lo harás sin olvidar, por supuesto, el de chocolate que tiene cautivados, para siempre, a tus clientes más golosos. Sin embargo, ofrecer alternativas a este rey de los postres puede resultar de lo más placentero para los comensales de tu negocio y le dará un aire de estilo y modernidad a tu carta.
El secreto del mousse es conseguir que el sabor se funda en el paladar. A pesar de esa fractura esponjosa y etérea que le hace parecer frágil inunda la boca de aroma gracias al sabor potente del chocolate. El secreto del mousse está en sus ingredientes y en la combinación de éstos con el chocolate. Te recordamos que el chocolate por su estructura, se adapta perfectamente al conjunto gastronómico ofreciendo ese resultado tan espectacular. No obstante, para trabajar con otros sabores tienes que añadir en la receta un ingrediente que consiga una textura similar; por ejemplo, puede ser gelatina, nata o fécula de maíz.,
Tipos de mousse
Este ingrediente nos permitirá dejar volar tu imaginación para poder presentar en el carta desde mousse de limón hasta mousse de melón, de mango o de tiramisú. Otra alternativa es la combinación de sabores tomando como base el chocolate, por ejemplo, mousse de chocolate y aguacate o mousse de chocolate y frutos rojos.
Contempla también la posibilidad de incluir algún mousse con un toque de sal en tu carta de postres. Esa singularidad sorprenderá a tus clientes que están acostumbrados al mousse salado o dulce. Así, si a un postre dulce le añades un poco de sal lograrás un sabor chispeante que encantará tus clientes.
En cualquier caso, has de tener claro que para que el mousse sea, eso un mousse, has de saber usar con precisión los ingredientes y sus cantidades en función del sabor que configure la base del postre.
Decoración
La imagen de una mousse es en el típico vaso o copa pero dado que la textura de este postre se adapta a cualquier recipiente y superficie puedes dejar volar tu imaginación. Además, admite numerosos tipos de complementos como fruta, dulces, formas de chocolate, virutas de canela o, cualquier, complemento que pueda añadir color y sabor al conjunto.
Otra opción muy recurrente es colocar el mousse sobre una base de galleta. Presentarlo en forma de tarta con una decoración en el centro. Una idea original para el mousse de tu carta es ponerlo sobre una base de galleta y rodearlo de bizcochos.
Una alternativa que encantará a tus clientes es que prepares mousse con las frutas de temporada. De ese modo, podrán disfrutar de los placeres estacionales con la textura y el sabor que regala este postre al paladar. No obstante, cualquier versión de mousse es siempre una apuesta segura de éxito.