Una mousse de melón es el postre ideal para acabar una comida en verano. Ninguna fruta es más apetecible, sana y rica; tanto por sus propiedades nutritivas como por su capacidad de refrescar. Si a ello le unes la particular textura de la mousse, el resultado es un postre perfecto. Por ello, tienes que contemplar la mousse de melón como una de las alternativas imprescindibles para tu carta de postres este verano.
Cómo preparar una mousse de melón
El secreto de la mousse es hacer que la clara batida a punto de nieve quede esponjosa para conseguir su consistencia tan particular. Se puede elaborar también con crema de leche batida. La segunda opción le dará un punto más cremoso que la primera. En cualquier caso ambas son ideales para preparar un ágape exquisito. Esta premisa es indispensable para que tengas claro cuál es el punto fuerte de esta receta. Sabiendo esto, el resto será sencillo de elaborar y tendrás éxito.
Ahora ya estás preparado para crear esas burbujitas que le dan un punto especial a este postre tan rico. ¡Empezamos! Lo primero que tienes que hacer es separar las claras de los huevos y añadir una pizca de sal. Lo siguiente es batirlas a punto de nieve. Se trata de hacer un merengue salado, ni más, ni menos.
La segunda parte de esta receta consiste en trabajar con las yemas huevo. ¿Qué hacer? Las tienes que batir con una pizca de azúcar. Después añadirás el melón, previamente triturado, y lo mezclarás todo. Eso sí, en este momento, tienes que añadir nata.
Por último, la parte más complicada y que exige más tino es la de combinar el merengue con la crema base que acabas de realizar. Una vez hayas terminado este paso tienes que cocer el resultado al baño maría. Finalmente, lo tienes que refrigerar para servirlo muy fresco.
Hay muchas alternativas de presentación. Te proponemos servir la mousse en una copa. Primero, humedeces el borde de la copa para bañarlo en azúcar. Después introduces la mousse. La decoración es libre pero te sugerimos unas bolas de melón con unas hojitas de menta.
Variaciones de la receta
Esta receta también la puedes hacer con gelatina. La gelatina aporta más consistencia al aspecto y una textura más densa al conjunto de la mousse de melón. Si quieres potenciar el sabor del melón puedes usar agar-agar para hacer la gelatina, ya que esta alga no tiene sabor. Sin embargo, nuestra recomendación es que lo prepares con la receta original para que, especialmente, destaquen en la boca las burbujas de la mousse y su particular esponjosidad.
Ese cocktail de sentidos con sabor a melón y fresquito entrará, casi, casi, sin que se den cuenta los comensales. Es una dulce y fresca tentación para el verano. Naturalmente, esta receta la puedes preparar con cualquier tipo de fruta y obtendrás el mismo resultado pero con diferente sabor y textura en función de la fruta que desees utilizar. En cualquier caso, será una buena elección.