La gastronomía catalana es muy rica. En esta coyuntura se inscriben los cinco postres más demandados en restaurantes en Cataluña. El recetario de la cocina catalana es tan exquisito como el gusto de los comensales. Este recetario es variado y antiguo. Algunos postres tienen siglos de historia. Y cuando un postre sobrevive al paso del tiempo imponiéndose a las modas es porque, realmente, es bueno. Y, por ello, a pesar del tiempo ese ágape sigue siendo el preferido por los más golosos en Cataluña.
Placeres pequeños
- Crema catalana. Se trata de uno de los postres estrella de la cocina catalana. Es uno de los postres más populares de todos los tiempos. Se trata del postre más célebre y con más adeptos. Y no es para menos. La textura de la crema de leche con huevo, canela y piel de limón o naranja con azúcar quemado por encima es más que exquisita. Y, además, tiene una historia apasionante. Procede de las natillas que se hacían en la época romana. De hecho, es una evolución adaptada al paladar de los catalanes del medievo.
- Otro de los grandes favoritos en los restaurantes de Cataluña es el de mel i mató. Nada tan sencillo como rico. Se trata simplemente de la combinación de miel con un trozo de queso fresco (el mató) de cabra u oveja. Desde la época medieval se perfuma este delicado postres con agua de flor de naranjo. No puede ser más simple y delicioso. Una tentación en la que no es nada difícil caer.
Buñuelos irresistibles
- Uno de los postres más aclamados en Cataluña son los famosos buñuelos de viento. Se trata de un postre típico de Todos los Santos. Su elaboración es muy fácil. Se fríen bolas de masa hecha con harina de trigo, manteca y huevos. Su nombre responde a lo que les ocurre al pasar por el aceite. En ese momento, se hinchan hasta doblar su tamaño original. De forma opcional, se pueden rellenar de crema o chocolate.
- Panellets. Este postre coincide temporalmente con los buñuelos de viento. Se suele servir, principalmente, en Todos los Santos. Es uno de los postres más conocidos y populares de la cultura catalana. Se trata de unas bolas de mazapán que se preparan con almendra en polvo, azúcar, clara de huevo y esencia de limón. Y, el toque final, se culmina con una cobertura de piñones.
- Finalmente, cerramos con un postre con mucho carácter. El pijama. Es uno de los más recientes. De hecho, data 1951. Sus ingredientes son un delicioso melocotón en almíbar, flan, una bola de helado y nata montada.
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