La creatividad es libre. Por ello, te contamos las claves para que puedas hacer menús semanales. Y no es tarea sencilla porque este trabajo implica no solo encajar la calidad con el presupuesto o ser sostenible. Hay otro ingrediente más complejo que es saber encontrar la fórmula para ofrecer a los clientes un menú que además sea atractivo para ellos y que se ajuste a tu presupuesto. Casi, casi vamos a dar respuesta la pregunta del millón de dólares. Y eso lo entiendes perfectamente dado que te pasas el día entre fogones y sabes de la complejidad de orquestar calidad y buen precio.
3 claves para hacer menús semanales fácilmente
1. Lo primero que tienes que hacer es simplificar el proceso. Elige comida de temporada. Es lo más barato y además lo más saludable. De esa forma, además conseguirás hacer un menú variado y siguiendo los preceptos de la gastronomía en función del clima. Crea listas de ideas y recetas con los alimentos de temporada. Escoge, por ejemplo, la proteína de la semana. El huevo, en este caso, es un muy versátil y lo puedes cocinar de diferentes formas. No obstante, también puedes incluir carnes magras como pollo y pavo. Estas alternativas debes incluirlas para que tus clientes que no consuman huevo tengan una alternativa que incluya proteína.
2. Ideas para los almuerzos. Los almuerzos son la comida más fuerte del día. Por tanto, han de incluir nutrientes. Así como los vegetales y las proteínas que hemos mencionado en el punto uno. Incluye también hidratos de carbono pero en cantidades menores. Por supuesto, elabora esas comidas con alimentos frescos o cocinados al horno o al vapor. Te proponemos ensalada de arroz integral con tomate o pimientos rellenos de quinoa. Una comida estupenda puede ser un rico salmón al paillote o un salteado de verduras con tiras de pavo.
Cenas sanas
3. Cenas saludables. Naturalmente, estos menús también deben de incluir las cenas que han de ser mucho más ligeras que las comidas. Usa verduras y proteínas vegetales. Tus clientes te lo agradecerán. No obstante, tu menú tiene que ser variado incluye pescados, por ejemplo. La digestión del pescado es mucho más ligera y para la cena es una alternativa ideal. Entre otros platos puedes optar por cocinar guisantes con merluza. Tortilla a la francesa con espinacas de acompañamiento. Otra opción nada despreciable es un buen pescado al horno con zanahoria y cebolla. Y los postres tanto para la comida como para la cena los puedes centrar, principalmente, en fruta de temporada para ir variando la carta sin olvidar de los clásicos como tarta o flan.
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