La crema catalana es una de las delicias gastronómicas que no puede faltar en tu carta de postres. Esta delicatessen culinaria es uno de los postres más antiguos de Europa. Está documentada en los recetarios catalanes medievales y en la obra literaria del poeta Miquel Martí i Pol y de Josep Pla, entre otros muchos escritores que no han podido dejar de sucumbir al valor gastronómico de este postre de origen catalán, como su propio nombre indica.

la crema catalana se prepara en Cataluña para celebrar el día de San José. Sin embargo, se ha hecho tan popular que está cada día en la carta de postres de los restaurantes y en las cocinas de los hogares. Te contamos la receta para que tus comensales disfruten con este postre. Sigue leyendo.

Secretos para hacer una crema catalana deliciosa

Empezamos con los ingredientes. Necesitarás leche. Para la receta tradicional se usa la leche entera, pero si prefieres hacer una crema catalana más ligera, también puedes emplear leche semidesnatada. Has de tener preparada canela en rama, la piel de limón y piel de naranja. Yemas de huevo, maicena y azúcar.

Lo primero que harás será eliminar la piel de la naranja y del limón.  Has de evitar cortar la parte blanca. Es decir, usa solo la piel porque la parte blanca es amarga. Esas pieles las tienes que introducir en un cazo al que has de añadir la leche y la canela. Lo pones a fuego medio y lo retiras justo en el momento que empiece a hervir.  Después, lo dejas en reposo porque lo necesitarás más tarde.

Mientras la piel del limón y de la naranja se maceran con la leche y la canela, tienes que poner en un bol las yemas de huevo, el azúcar y la maicena. Has de batir el conjunto hasta que la mezcla quede cremosa y homogénea. Tras este paso, añadirás la mezcla de la leche con canela y la piel de naranja y de limón. Lo mejor es hacerlo con un colador para que la rama de canela y las pieles de los cítricos se queden fuera.

A fuego lento

Ahora hay que mezclar todos los ingredientes y volverlos a poner al fuego, pero sin parar de remover para que no se quede nada pegado en el cazo. Se ha de calentar a fuego lento hasta que se vaya espesando. Una vez la mezcla está espesa este paso ha finalizado.

El siguiente paso es esperar a que se enfríe para repartirlo en los recipientes donde se vaya a servir la crema catalana. Lo más tradicional es servirla en cazuelas de barro; sin embargo, puedes utilizar cualquier recipiente. Después de verter la mezcla en los recipientes se ha de dejar reposar cuatro horas en la nevera. Antes de servirla, se ha de esparcir el azúcar encima de la crema. Y ya tienes lista una deliciosa crema catalana.

Esperamos que triunfes con esta receta en tu carta de postres. No obstante, te invitamos a conocer nuestra línea dulce para que descubras otros postres. ¡No te lo pierdas!

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