El arroz con leche es uno de los postres clásicos más demandados y más ofrecidos del mundo. Se trata de un postre que está de rechupete. Y como no podía ser de otra manera, forma parte de la cultura gastronómica. Te vamos a presentar una receta clásica de este gran clásico de la cocina. Nadie rechaza una delicatessen tan rica y espectacular como esta. Y, naturalmente, siempre es buen momento para incluirlo en tu carta de postres. Está tan rico que es bienvenido en cualquier época del año.
La mejor receta de arroz con leche del mundo
El arroz con leche no puede estar catalogado como uno de los alimentos más caros del mundo, pero si como uno de los postres más ricos del mundo. Se trata, ni más, ni menos, que de una joya de la repostería que no puedes dejar de disfrutar. Por ello, compartimos contigo la mejor receta de arroz con leche del mundo. Empezamos, como siempre, por los ingredientes que vas a necesitar. Naturalmente, arroz, leche, azúcar, canela y cáscara de limón.
Los ingredientes son básicos y sencillos. Así, que, seguramente, los tendrás en casa. Lo primero que tienes que hacer para preparar arroz con leche es poner la leche a calentar y añadir la canela y el limón. Déjala hervir con estos dos ingredientes. La idea es que la leche absorba el aroma del limón y de la canela.
Truco imprescindible
Para evitar que el arroz se pegue, ponlo en un colador y mójalo con agua fría. Esto no le quitará cremosidad al postre. Por contra, disfrutarás de cada bocado porque el arroz estará suelto. Y, ahora, volvemos al cazo donde tienes el arroz, la cáscara de limón y la canela. Cuando la leche esté hirviendo, añade el arroz y el azúcar. Lo tienes que dejar así durante unos 40 o 45 minutos pero a fuego suave. Durante ese tiempo debes de ir removiéndolo todo para que el arroz no se pegue.
Una vez pasado este tiempo, prueba el arroz y si está en su punto, retíralo de la cazuela para que se temple. Después tendrás que eliminar los restos del limón y de la canela. Déjalo enfriar y más tarde lo introduces en los recipientes adecuados para servirlo. Lo puedes decorar con canela molida, por ejemplo. Hay miles de opciones como presentarlo con ramitas de canela y ralladura de limón. E, incluso, con tiras finas de la cáscara del limón. Una buena idea es caramelizar la superficie para que tenga una consistencia más dura en esa parte. Cualquiera de ellas resultará perfecta para que tus comensales disfruten del manjar.
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