Las salsas son el complemento perfecto para resaltar cualquier plato, por muy sencillo que sea. Sin embargo, en muchas ocasiones decidimos prescindir de ellas por el extra del aporte calórico que suponen. Para que superes este dilema, tienes la opción de acompañar tus platos con aliños y salsas ligeras. ¿Quieres descubrirlos? Pues toma nota, aquí te ofrecemos un resumen de las mejores salsas con pocas calorías con los que triunfarás en tu cocina.
Salsa de ajo y perejil
Esta salsa es todo un clásico de nuestra gastronomía. Su elaboración es de lo más sencilla. Solo tienes que mezclar en un bol tres cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra, una cucharada de vinagre de vino blanco, una cucharadita de sal, media cucharadita de pimienta negra, tres dientes de ajo prensados o machacados en un mortero y unos veinte gramos de perejil picado. Remueve los ingredientes y guarda el aliño en el frigorífico. Es un aliño perfecto para acompañar tus platos de pescado o de carne.
Salsa de yogur
Mezcla en un bol 250 gramos de un yogur Griego desnatado, un diente de ajo rallado, cebollino, zumo de medio limón, una cucharada rasa de sal, una cucharada rasa de pimienta negra recién molida y una cucharada de aceite de oliva. Mezcla todos los ingredientes y ya está. Esta salsa es perfecta para acompañar a crudités y pescados.
Vinagreta de limón
Este es el típico ejemplo de una salsa ligera y con pocas calorías. Mezcla en un bol dos cucharadas de zumo de limón, la ralladura de un limón, una cucharada de chalotas picadas, una cucharadita de ajo picado, una cucharada de mostaza de Dijon y dos cucharadas de hierbas frescas picadas (como cebollino, perejil, estragón, cilantro, albahaca y orégano). Mezcla todos los ingredientes y bate hasta que se mezclen bien. Seguidamente, añade lentamente una cucharada de aceite virgen extra mientras sigues batiendo hasta que la salsa se ligue y quede espesa.
Salsa verde
Esta receta clásica tiene como ingredientes básicos aceite, ajo y perejil. Además, se le añade un poco de harina, caldo de pescado y un chorrito de vino blanco. Es perfecta para acompañar pescado, marisco, verduras y pasta. Su elaboración es muy sencilla. Primero, fríe el ajo con el aceite. Añade la harina y, sin dejar de remover, incorpora el caldo de pescado, el vino y el perejil picado. Deje que se cocine a fuego fuerte hasta que se liguen todos los ingredientes.
Salsa de mostaza y miel
Para hacer esta típica salsa mucho más ligera y con menos calorías, utiliza los siguientes ingredientes: un yogur natural desnatado, dos cucharadas de salsa barbacoa sin azúcar, una cucharada de mostaza amarilla, dos cucharaditas de mostaza Dijon, una cucharadita de salsa Worcestershire y el zumo de medio limón. Solo tienes que mezclar bien todos los ingredientes para obtener una deliciosa salsa que combina a la perfección con las alitas de pollo, las hamburguesas y los nuggets.
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