Uno de los platos estrella que no puede faltar en un buen brunch es la receta de huevos benedict. Pese a que su origen real continúa siendo un misterio, lo cierto es que se han convertido en un ingrediente habitual en los desayunos típicos ingleses. No obstante, hay evidencias de que era una receta habitual a finales del siglo XIX, y que ha perdurado a lo largo de los años. Pero, ¿sabes exactamente cómo se hacen los huevos Benedict o huevos benedictinos? En este artículo te damos todas las claves.

¿Qué son los huevos Benedict?

El montaje del plato es sencillo: se trata de un plato simétrico, para el que se utilizan dos mitades de tostada, panecillos o molletes. Encima, se coloca una loncha de bacon y un huevo escalfado, y se cubre todo con una rica salsa holandesa. Parece un plato sencillo, pero su elaboración requiere una serie de pasos muy determinados para que sea exitosa.

Receta para elaborar los huevos benedict

No debes preocuparte, los huevos benedict no son complicados de hacer. Solo necesitas contar con unos huevos de máxima calidad y estar atento a algunos detalles que pueden marcar la diferencia. Para ayudarte, empezaremos explicando cómo preparar la salsa holandesa, uno de los ingredientes clave del plato.

¿Cómo hacer la salsa holandesa?

1. Funde 150 gramos de mantequilla y deja que se temple. 

2. En otro bol, añade 2 o 3 yemas de huevo (según su tamaño), una cucharada de zumo de limón y una pizca de sal. Bate esta mezcla lentamente al tiempo que vas añadiendo la mantequilla clarificada. 

3. Cuando hayan emulsionado, deja de batir y reserva la salsa. La textura debería quedar parecida a la de la mayonesa, pero con un tono más amarillento. 

Pasos para completar la receta de huevos benedict

Ahora que ya tienes hecha la salsa, debes continuar con los siguientes pasos:

1. Tuesta las dos rebanadas de pan por ambos lados. Lo ideal es hacerlo en una sartén, utilizando un pequeño trozo de mantequilla. 

2. En esa misma sartén, fríe las lonchas de bacon hasta que queden crujientes. 

3. A continuación, escalfa los huevos. Para hacerlo adecuadamente, hierve agua en otra olla. Puedes añadir un chorrito de vinagre, aunque no es necesario. Cuando empiece a hervir, baja el fuego a la intensidad mínima y vierte los huevos en el cazo para que se cocinen 3 minutos y la yema quede líquida. Pasado ese tiempo, retíralos con una espumadera. 

4. Por último, solo te queda montar el plato. Coloca una loncha de bacon sobre cada rebanada y, encima de ella, un huevo escalfado. Encima de cada huevo, vierte una pequeña cantidad de salsa holandesa. Y, para decorar, puedes picar un poco de cebollino y espolvorearlo por encima de la salsa. 

¡Y voilà! Ya tienes los huevos benedict perfectos para empezar el día con energía. Y, si quieres ver cómo completar un brunch de libro con opciones sanas, te animamos a echar un vistazo a más desayunos fitness en nuestro blog. 

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