La salsa bechamel está presente en todas las cocinas del mundo tanto para profesionales como para particulares. Esta salsa se mantiene fiel a sus orígenes salvo por algunas variaciones que se han incluido para potenciar su sabor o adaptarla a platos nuevos. ¿Te interesa conocer los tipos de bechamel ideales para cocinar? Sigue leyendo porque te vamos a contar todos los secretos de esta deliciosa salsa de origen francés e italiano.

Descubre los tipos de bechamel

Los ingredientes de la salsa bechamel son muy básicos. Harina, mantequilla y leche. No obstante, puede admitir tomate, curry, queso o mostaza. Estos ingredientes potencian su sabor. El secreto para diversificar el uso de la salsa bechamel está en dominar la técnica para hacerla más líquida o más espesa. Es decir, su textura determinará el tipo de salsa bechamel que deseemos cocinar. Os recordamos que está salsa es ideal para gratinados de pasta o verduras. También combina con carnes o pescados y es la base para hacer otras salsas.

El tipo de salsa bechamel dependerá del uso que le vayamos a dar. La bechamel se usa para hacer croquetas, para cobertura o como salsa. De ahí que sea tan importante trabajar en su textura y que midamos la cantidad de harina que le vayamos a añadir en función del uso que deseemos darle en la cocina.

Antes de empezar, te recomendamos que para hacer esta salsa uses leche entera aunque también se puede hacer con cualquier caldo que tengas en casa o con fumé de pescado. La nuez moscada es la especia que mejor marida con esta salsa aunque se puede combinar con otras. Sin embargo, te aconsejamos que uses nuez moscada cuando la hagas con leche como ingrediente principal y la vayas a usar como cobertura o salsa.

Cobertura

Necesitarás harina, sal, leche y mantequilla. El truco para que salga bien es hacerla bastante espesa. Ten en cuenta que, normalmente, cuando la usas para una cobertura es para ponerla en el horno y gratinarla para hacer una lasaña, pasta o un pastel de verduras. Se tiene que servir caliente porque al ser una salsa espesa su temperatura ideal es templada. Cuando se enfría tiende a endurecerse y al cambiar la textura no es tan agradable para el paladar como caliente.

Para hacer la salsa necesitarás los mismos ingredientes que para la cobertura pero también le puedes añadir o nuez moscada o pimienta. En este caso, la salsa una vez terminada admite otros ingredientes para potenciar su sabor en función del plato al que tenga que acompañar; eso sí, estos ingredientes siempre se añaden al final, cuando la salsa está acabada. Así, le puedes añadir, queso, especias, cebolla frita o tomate.

Croquetas

Los ingredientes son los mismos salvo las especias, que en este caso no son necesarias. Aquí el truco está en crear una masa densa y trabajar bien la harina para que no se creen grumos. De esta forma, la textura será la ideal y la harina no tendrá un sabor a crudo.

No pierdas un minuto y prepara una deliciosa salsa bechamel pero antes visita nuestra web porque nosotros te lo ponemos fácil para que triunfes en la cocina.

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